Diluyendo fronteras

Partiendo del concepto de informalidad como una fuente de energía social que no permite lo innecesario nace este colectivo, en donde la interdisciplinariedad es la principal premisa para llevar la arquitectura a otras escalas.
Antes que hablar de su arquitectura, Antonio Yemail habla de su sus preocupaciones: “La base del bienestar de este país está en entender su diversidad, no solo en términos de biodiversidad, sino también en temas sociales, políticos y culturales”. Su segunda premisa tiene que ver con los temas cotidianos: “Me interesa el día a día de mis problemas como ciudadano”.
De estas reflexiones parte su trabajo como arquitecto, que combina la investigación y la autogestión de sus ideas mediante la teorización y presencia en la academia; los proyectos no solicitados, que en su mayoría surgen de un trabajo en colectivo con profesionales de diferentes áreas y el papel de constructores, tarea tradicional del arquitecto. “Hoy en día entiendo que podemos trabajar en otras escalas, incluso en una arquitectura que no tiene que ser necesariamente construida”, dice.
Su trabajo se trata de uno creativo, que va más allá de las fronteras, que utiliza la interdisciplinariedad como una herramienta a su favor para crear soluciones efectivas y que hace uso de la arquitectura como un mecanismo de transformación, más que como un juego de volúmenes “o acepción estrictamente geométrica y formal”.
El objetivo a fin de cuentas consiste en que en un solo escenario puedan coexistir diferentes formas de vida, ideas, materiales y tecnologías, con dinámicas de trabajo participativo y de autogestión. “La diversidad como hilo conductor, el material común con el que trabajar… Buscamos insertarnos en problemas que nos son de arquitectos, que no son disciplinares exclusivamente sino comunes y compartidos. Intervenir lo cotidiano con la energía de lo más próximo, ese es nuestro proyecto”, explica Yemail.
Oficina Informal
Con estos presupuestos nace en 2007 Oficina Informal, un nombre a que simple vista parece una contradicción, pero que como todo lo que hace este equipo de arquitectos, liderado por Antonio Yemail, carga un profundo significado. “Este matrimonio entre la idea de una oficina y la informalidad es lo que construye nuestro marco. Se trata de una oficina de este siglo, muy adaptativa, que se dirige a diferentes públicos con diferentes formatos y escalas y es capaz de aliarse con colectivos u otros proyectos”.
Ese carácter informal, entendido como lo dice Yemail en una perspectiva amplia, como un campo vital, solidario, donde la imperfección se vuelve un atributo, no solo se evidencia en los resultados de sus proyectos sino en el mismo espacio físico de la oficina. Ubicada en Chapinero, en el segundo piso de un antiguo edificio donde antes funcionaba la popular Agencia de Pantuflas, la Oficina Informal comparte el mismo espacio con Laagencia un colectivo de artistas plásticos, fotógrafos y grafiteros que se han ido tomando el edificio con sus talleres dedicados a la creación, quienes de vez en vez generan proyectos en conjunto que hacen tangible la interdisciplinariedad de la que tanto conceptúan.
Yemail reconoce que una de sus grandes influencias para llegar a este concepto provino de sus épocas universitarias, en la Javeriana de Bogotá, y más concretamente del Programa Internacional PEI, que como lo dice el mismo curriculum “nace de la iniciativa por vincular esfuerzos interdisciplinarios en la generación de conocimiento acerca de las diferentes dinámicas (sociales, políticas, económicas, arquitectónicas, de diseño, filosóficas, comunicativas, etc.) involucradas en la construcción de la ciudad contemporánea para promover el trabajo colaborativo en áreas tradicionalmente desvinculadas”.
Su participación en el programa le permitió además hacer su práctica profesional en Barcelona, en el estudio de Willy Muller y más tarde participar en una residencia en el Matadero de Madrid. “Esta experiencia fue definitiva para llegar a una depuración de la arquitectura como una disciplina flexible, capaz de transformarse y de tener contacto con otras áreas de conocimiento”.
En la actualidad el hoy arquitecto trabaja como docente del PEI, en el proyecto de construcción de un Plan Maestro de Infraestructuras Comunitarias para el municipio de Palomino (Guajira), uno de aquellos territorios de la posguerra, abandonado por el estado, que aún hoy en el siglo XXI no cuenta con electricidad, ni servicios de acueducto y alcantarillado. En el lugar se trabaja desde el concepto de las Inteligencias Colectivas. Con ayuda de los estudiantes y docentes la población ha desarrollado sistemas de construcción con los materiales y técnicas locales que utilizan los artesanos y se han instalado baños secos, una solución sostenible y que a la vez suple sus necesidades inmediatas. Este proyecto fue el ganador de la pasada Bienal Colombiana de Arquitectura en la categoría Diseño Urbano y Paisajismo y también en la Bienal Iberoamericana de Arquitectura.
Además, hizo parte de la producción del libro Archipiélago de Arquitectura, de Mesa editores, un trabajo editorial realizado en asocio con otras 6 oficinas de arquitectos contemporáneos –entre ellas Plan B y Manuel Villa–, en el que se teoriza el oficio de la arquitectura desde todas sus posibilidades. Y es un codiciado catedrático que viaja por todo el mundo dictando charlas sobre su visión de la arquitectura.
La generación pos moderna
“A mi sí me interesa construir y hacerle mi rasguño a la sociedad con mi trabajo, así sea mínimo”, dice el arquitecto, cuyo trabajo hoy es reconocido a nivel internacional, y quien será uno de los 16 artistas que participaran en el Freshlatino 02, una exposición itinerante organizada por el Instituto Cervantes, que comenzará a recorrer el mundo a partir de junio y que busca dar conocer la frescura de la arquitectura contemporánea latinoamericana.
Según Yemail el contexto político y económico en Europa hace que Latino América esté de moda. Además, la evolución ha venido teniendo el país, en cuanto temas de orden público, económicos y sociales hace que haya un espacio para la innovación, de ahí el momento de libertad creativa que están viviendo las letras, las artes, el diseño y por supuesto la arquitectura posmoderna colombiana.
En Freshlatino 02, Oficina Informal expondrá 5 de sus más representativos trabajos, entre los que se encuentran el proyecto de Palomino; la reciente intervención realizada en la Galería Santa Fé (Bogotá) que convirtió los antejardines de esta casa de conservación en parques públicos y en donde una serie de estructuras metálicas aéreas de colores van dibujando los espacios; el Taller de Té (Bogotá), también una intervención a una antigua casa convertida en restaurante, en donde se diseño un jardín con especies endémicas de la Sabana, trayendo a colación el tema de la biodiversidad colombiana, se instaló un invernadero con mesas de germinación que producen las aromáticas para los tés que se venden en el lugar y cuyos pisos en madera y cerámica provinieron de materiales reciclados; la Casa Granero (Sisga), un experimento entre formas de vida que van entre lo productivo y lo doméstico, que busca propiciar un modelo de convivencia más activo y próximo entre el propietario, sus hijos, y la familia de administradores y de estos últimos con sus labores cotidianas y la instalación realizada en el 2000 en el Museo de Arte Moderno de Medellín en el que se dispusieron 2009 sacos biodegradables rellenos con cascarilla de arroz y semillas formando estructuras que luego los asistentes podían ir construyendo nuevamente o deconstruyendo, dándole diferentes posibilidades de uso e interacción.
“Nosotros somos la última generación que vio el mundo antes de que llegara internet, fuimos testigos de la globalización, somos una generación crítica de Latino Americanos que contrario a nuestros padres creemos que el futuro está aquí y no nos interesa ir a buscarlo a otro lugar. Nos dimos cuenta que ahora se puede ser global en una oficina de 3×2 y con un equipo de tres personas, la web abrió el panorama para que cada cual muestre lo que sabe hacer y estoy seguro que ninguno de los Freshlatinos o de mis contemporáneos colombianos va a ser el siguiente Salmona, por que el mundo ya no quiere eso, el mundo cambió”, concluye Yemail.
*Artículo publicado en la revista Arquitecto, edición 6, todos los derechos reservados a Proyectos Semana. Fotos: cortesía Oficina Informal.
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