Escuela Internacional del Realismo Mágico en Aracataca

Aracataca fue el punto de partida de la Escuela Internacional del Realismo Mágico, una invitación que la Universidad del Magdalena, a través del Centro de Innovación y Emprendimiento (CIE), nos hizo a 20 emprendedores a detener nuestras vidas ordinarias por 7 días y dedicarnos a pensar en soluciones innovadoras y viables para promover el turismo cultural y gastronómico en esos lugares físicos y reales del caribe colombiano que inspiraron a aquella aldea que Gabriel García Marquez bautizó como Macondo.
A través de una experiencia académica de co- diseño desarrollada con la metodología de Outliers School (que propone menos planeación y mas acción) el reto fue construir prototipos mínimos viables que girarán al rededor de la literatura del realismo mágico. Tuvimos como desafíos: 1. Revelar Macondo, 2. Adentrarnos en Macondo, 3. Saborear Macondo y finalmente 4. Añorar Macondo.
“Revelar Macondo”, fue el reto en el que yo me aventuré por gusto propio con un grupo de personas que no conocía de antes. La propuesta inicial era diseñar una ruta por el territorio Caribe que conectara esos lugares que sirvieron de inspiración para el realismo mágico, y en donde Gabo pasó momentos representativos de su vida. Una ruta que conectara a Santa Marta con Aracataca, y que además tuviera como punto de encuentro las ciudades de Cartagena y Barranquilla.
El proceso fue enriquecedor y desafiante, siempre con el límite del tiempo a cuestas, y las reglas de una metodología que nos exigía crear, producir, no detenerse tanto en discutir las ideas, sino actuar. Nos llevaron a situaciones límite, convivimos por esos días con nuestros egos, nuestras ideas y nuestras ganas de dar lo mejor. Construimos y de construimos, expusimos ante mentores nuestros prototipos, recibimos retro alimentación sin filtros, trabajamos por más de 12 horas diarias, y hasta en nuestros sueños se nos metió ésta obsesión por Macondo que hoy, ya varios días después de haber terminado el proyecto todavía no logro sacar de mi mente.
Del resultado de todo este proceso con la Escuela Internacional del Realismo mágico lo que más rescato es que tuvimos el privilegio de tener como parte de nuestro equipo a dos de las guías turísticas más curtidas de Aracataca; y claro los nuevos amigos, la oportunidad de hacer parte de esta experiencia académica y los muchos interrogantes personales que me quedan de esa inevitable manía de ir postergando los proyectos e ideas con excusas que he terminado creyéndome yo misma.
Rubiela y Darlyz, son dos mujeres orgullosas de su pueblo, que conocen la obra y vida de Gabo y que durante los últimos años se han dedicado a este oficio de recibir a los turistas y adentrarlos en el mundo literario de Macondo, logrando así sacar adelante a sus familias. Las varias ideas de prototipos que co- creamos durante esos días tuvieron siempre como punto de partida la funcionalidad para la comunidad y el reconocer lo que ya se viene haciendo, y potenciarlo.
Llegué con la idea de “Revelar Macondo”, y fue Macondo el que se fue revelando ante mí. Luego de todo esta experiencia y tras vivir en Aracataca por tres días con sus noches “Añorar Macondo” es algo que irremediablemente termina sucediendo para cualquier amante de la literatura de Gabo, luego de experimentar en carne propia esos lugares en dónde el creció y que luego se le convirtieron en un nudo en el estómago de añoranzas e historias familiares que necesitaba contar para no olvidar, y que él a su mejor estilo terminó convirtiendo en literatura, para suerte de todos.
El equipo de la Escuela Internacional del Realismo Mágico.
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