Adiós 2015

Como lo pronosticamos con Tomasz (mi esposo) fue un año de 365 días de atardeceres junto al mar. 2015 nos hizo realidad el sueño de asentarnos en el caribe colombiano, bucear cada vez que nos diera la gana, vivir de ello, tener una casita con vista al mar, conocer gente nueva, visitar de vez en cuando lugares increíbles y ligeros de equipaje, dedicar tiempo a nuestro crecimiento personal y espiritual; y en mi caso avanzar en mi práctica de Ashtanga Yoga y transformar este blog que nació pegado a la web del diario El Espectador en una página independiente para viajeros ligeros de equipaje y de espíritu.
Fue, también, el año en el que ¡cumplí mis 30! Pero nada de crisis… con el comienzo de esta nueva etapa de mi vida me di cuenta que estoy justo en el lugar que soñaba. Sin arrepentimientos por las decisiones tomadas, y feliz por haberme aventurado a romper la rutina, salir de mi zona de confort y darme la oportunidad de descubrir lo que hay allá afuera.
Le doy gracias a 2015 por las lecciones aprendidas, las decisiones que me hizo tomar, los nuevos amigos y los viejos que a pesar de la distancia siguen ahí de la mano, los visitantes que pasaron por nuestra casa y que vinieron a darse la oportunidad de descubrir el mundo submarino con nosotros y a todos ustedes que de manera constante siguieron este blog.
Para 2016 Ligera de Equipaje llegará recargado con nuevas ideas y experiencias para todos los amantes de los viajes, el yoga y el buceo. Espero tengan felices fiestas, y no olviden que el agüero de fin de año para todo viajero es darle al menos 3 vueltas a la manzana, a las doce de la noche con las maletas llenas.
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