Gatolandia

Si hay algo que adoran los taliandeses es a los gatos, están por todas partes y son especialmente gordos, grandes y peludos. Aunque soy 100% perruna (el mundo está dividido entre los que aman a los gatos, los que adoran a los perros y, claro, los que no quieren a nadie), los mininos de las isla de Koh Phi Phi, al sur de Tailandia, se llevaron todo mi corazón. Y ciertamente la isla sin sus gatos no sería la misma, créanme no fui la única turista obsesionada sacándoles fotos.
Es Garfield: malhumorado, odia que lo consientan y está cansado de que le tomen fotos. La diferencia es que vive a 40 grados de temperatura. Su estrategia para aguantar los calurosos y húmedos días de Koh Phi Phi es hacerse justo a la salida del supermercado, donde llega el frío del aire acondicionado cada vez que alguien entra o sale.
El gato buzo, siempre en la tienda muy atento.
El de la agencia de viajes, como su dueña seguro que entiende mas de cinco idiomas.
Todo un tigre
¡Mirada de gato!
Hora del baño…
Y los bebes que nacieron en el jardín de mi habitación.
Otras entradas sobre la isla de Koh Phi Phi en Ligera de Equipaje: La playa de la película «The Beach» y Lo mejor del buceo en Koh Phi Phi.
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