Ciudades del futuro

No tienen carros voladores ni robots que hacen las veces de una empleada doméstica, en cambio son lugares en donde las basuras y aguas residuales se transforman en calefacción, electricidad y combustibles para el transporte público; la arquitectura moderna está pensada desde la innovación ambiental; los espacios verdes predominan y las bicicletas son el principal medio de transporte.
En el urbanismo la modernidad llegó traducida en calidad de vida para los habitantes de las urbes: parques al aire libre, caminos peatonales, vías para bicicletas, sistemas de trasporte público sostenibles y con combustibles renovables, barrios compactos que suplen las necesidades de sus habitantes y pensados para el disfrute en comunidad. El futuro también trajo la pregunta sobre qué hacer para reducir el impacto de la ciudad como máquina destructora del medio ambiente.
La tecnología, en vez de utilizarse para construir rascacielos o producir carros voladores, va cada vez mas encaminada a generar nuevas alternativas energéticas y a buscar soluciones para salvar a la Tierra del impacto de sus principales huéspedes: nosotros, los seres humanos. La ciudades del futuro parten de la premisa de la innovación ambiental sostenible, carbono cero y basuras cero. Acá algunos ejemplos del norte de Europa que han logrado el acometido que impone la modernidad.
Cuando el sol se convierte en energía
Panales solares, Freiburgo. Foto cortesía municipalidad de Freiburgo.
Si se mira la ciudad de Freiburgo durante el día desde el cielo, todo lo que se ven son reflejos. Las edificaciones, sin importar si son del Estado o de particulares, están cubiertas con panales solares. No es coincidencia que éste sea conocido como el lugar del mundo donde se emplea mas energía solar por habitante, 36,7 vatios por persona. La ciudad alemana es el gran referente de los Eco -distritos, su política de promover un transporte público menos contaminante y el uso de la bicicleta como alternativa comenzó desde 1969. El tiempo les daría la razón a sus gobernantes sobre las ventajas de este modelo de ciudad que tantas críticas recibió durante las décadas de los 70s y 80s.
Complejo de viviendas, Freiburgo, Alemania. Foto cortesía municipalidad de Freiburgo.
Vauban es el mas reciente barrio de Freiburgo. Su política es de “carros cero” y fue desarrollado en un terreno que sirvió como base militar de los Alemanes durante la II Guerra Mundial. Su construcción comenzó en 1993, y se estima que en la actualidad viven unas 5.500 personas. En el lugar, el principal medio de transporte es la bicicleta y el tranvía. Quienes quieren tener un automóvil deben comprar un garaje a las afueras de la ciudad, cuyo valor oscila en los 30 mil euros, pues su tránsito no es permitido. Las construcciones de la zona fueron rehabilitadas bajo los estándares de ahorro energético y cumplen con todas las características ambientales.
El barrio ecológico de Estocolmo
Vista panorámica del barrio Hammarby Sjöstad, Estocolmo, Suecia. Foto cortesía Hammarby Sjöstad.
Ubicado en donde antes funcionaba un contaminado puerto industrial, Hammarby Sjöstad desde su planeación (1990) tuvo como meta reducir a la mitad el impacto medioambiental en comparación con otros barrios de la capital escandinava. Edificios que no sobrepasan los seis pisos, con fachadas, instalaciones y equipamientos hechos con materiales amigables con el medioambiente; volúmenes con ventanales amplios y diseños multinivel con generosos balcones y terrazas con vista al lago Hammarby Sjö; un sistema de carros compartidos que funciona con 25 automóviles, abierto a todos los residentes y trabajadores del área; un ferry gratuito que transporta a los habitantes a lo largo del lago y los lleva al centro de la ciudad en menos de 20 minutos; un sistema organizado de transporte público que funciona con el biogás producido con los desechos de la comunidad; techos verdes que recogen aguas lluvias y generan espacios para el disfrute; paneles solares que proveen energía con la que luego se calienta el agua, y un sistema de tratamiento de agua capaz de transformar las aguas residuales producidas por una familia en el biogás necesario para cocinar sus alimentos, son algunas de las características que hacen de este barrio un ejemplo de innovación sostenible.
En Hammarby Sjöstad los ciclistas y peatones tienen prioridad. Foto cortesía Hammarby Sjöstad.
Las últimas mediciones señalan que Hammarby Sjöstad es 40% más respetuoso con el medioambiente que otras zonas residenciales de Estocolmo. Las autoridades esperan que para 2018 las reducciones de los impactos ambientales se superen en 50% con respecto a otras zonas de la ciudad y que los habitantes cada vez sean más conscientes de su papel en este ambicioso proyecto ecológico. “El 75% de la sostenibilidad en Hammarby Sjöstad está integrada en los edificios y en la infraestructura; pero el 25% restante tienen que aportarlo los mismos residentes”, dice Eric Freudenthal, del Centro de Información Medioambiental GlashusEtt.
El nuevo centro de Hamburgo
Plazas y parques al aire libre son el sinónimo de la ciudad moderna. Foto cortesía Hanfen City.
La premisa de la segunda ciudad mas importante de Alemania es consolidarse como una metrópolis compacta y en altura. “Uno de nuestros objetivos es un uso eficiente de la tierra que combine espacios de vivienda densos con un generoso espacio público”, explican los desarrolladores del proyecto. De ahí nace Hanfen City el nuevo barrio que se está construyendo en los terrenos del antiguo puerto de Hamburgo y que combinará edificios residenciales, oficinas, tiendas, parques públicos e instalaciones culturales, todos con un sello sostenible.
Centro de Hanfen City. Foto cortesía Hanfen City.
En total son 157 hectáreas nuevas en el centro de la ciudad, diseñadas para recorrerlas en metro, a pie o en bicicleta. Los carros quedarán en un segundo plano en este complejo hecho para vivir al aire libre y disfrutar de la urbe. Hafen City tiene un determinado enfoque en el desarrollo de la eficiencia energética, de ahí que sus edificaciones sean ambientalmente sostenibles, con diseños que requieren baja demanda de energía. Aquí los desechos también se convierten en combustibles y sirven para calentar los hogares. “Hafen City se enfoca en temas como las edificaciones sostenibles, los sistemas inteligentes de transporte y la reducción de las emisiones de gases contaminantes”.
“La ciudad del mañana”
Zona céntrica de Malmo, Suecia. Foto cortesía Distrito de Malmo.
Así fue como bautizaron este proyecto urbanístico que parte de un sistema de energía renovable local basado en el sol, el viento y el agua. Frente al antiguo astillero, una turbina eólica produce hoy la energía necesaria para 60 mil hogares. La meta es que para 2030 la ciudad de Malmo, al sur de Suecia esté abastecida con energía 100% renovable. En el trazado urbano los senderos para peatones y las vías para bicicletas tienen prioridad. El agua se drena a través de una serie de estanques, canales, techos verdes cubiertos de musgo –que superan los 10 mil metros cuadrados– y embalses subterráneos geotérmicos que proporcionan a las viviendas calor en invierno y aire fresco en verano. El combustible para los buses y carros particulares se produce a partir de los desechos orgánicos y las aguas residuales de los inodoros que se transforman en biogas. Y como si fuera poco es la Primera Ciudad de Comercio Justo en Suecia.
La planeación urbana en Malmo vista en perspectiva. Foto cortesía Distrito de Malmo.
“Menos congestión, menos ruido, y cero emisiones de CO2 es mejor calidad del aire”. El Distrito promueve el uso compartido de los vehículos y se estima que el 25% del tráfico en Malmo es producto de las bicicletas. El modelo de este proyecto ambicioso que nació como un intento de generar mejor calidad de vida a sus habitantes es replicado en otras ciudades, como Tangshan en China donde se lleva a cabo la construcción de un eco – distrito con un área de 30 kilómetros cuadrados.
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